sábado, 16 de septiembre de 2006

YA ESTOY AQUIIII!


¡Ya tengo carnet de conducir!. He tardado casi dos años en sacarlo, y no por falta de pericia ni habilidad, no, lo mío es por el otro mal común: falta de tiempo, que es lo que tenemos las superwomans, la agenda cuajá (porque yo soy una de libro: treinta y nada, separada y/o divorciada con una hija de cinco años un poco marciana, y curranta), y si a eso sumas que te mueves de un punto a otro de la agenda en transporte público, pues claro que no llegamos, habría que verle a Superman volando con Iberia en temporada punta, con huelga de personal, llamando por el móvil: “papá que digas en Kripton que no voy a llegar hoy a salvar el mundo, que dicen en Barajas que hoy no salen los aviones”.


El carnet me lo saqué después de dos años matriculada en la autoescuela y al tercer intento. Pero el examen teórico lo aprobé a la primera y en poquito tiempo. Eso significa que he estado más de un año (pero mucho más) tomando clases prácticas (entre nosotros, un dineral, ahora tendría un Audi o como mínimo dos tallas más de pecho, que eso sí que se amortiza siempre). Me convertí en la clienta VIP y de hecho creo que este año me van a regalar un jamón por Navidades, entre otras cosas para que recupere el peso que he perdido de no comer, que yo tomaba mis clases prácticas al mediodía, la única hora que tenía libre, y así me quedé hecha un figurín, y otro figurín mi profesor de autoescuela. ¡Santo Varón! Los abrazos que me dio el hombre cuando aprobé el examen práctico, si hasta su estómago saltaba de gozo. Pero tanto sacrificio ha valido la pena, ya estoy en la carretera. Mi alegría está un pelín empañada por aquello de que ha sido llegar al asfalto y liarse la Guardia Civil a quitar puntos, que digo yo, que podían haber esperado un poco más, por lo menos a que cogiera cierta soltura conduciendo, pero no. Y encima empiezo con puntos de menos, eso sí que es dar confianza de entrada: “nada, tú no te preocupes, que tenemos en lo bien que lo vas a hacer”, no, lo que te dicen, es “como eres nueva, te quitamos un par de puntos para las cagadas que seguro vas a hacer, como no te vamos a pillar todas...”. Ya nunca podré ir a 160km/h por la carretera, como han hecho todos, y nada de una cañita y solo una, ahora es cero cero, que hasta con una Laiker te la juegas. De todos modos si yo fuera de Tráfico me pondría un pelín más separado del arcén, por si paso yo, que ya me he pillado una vez buscando con la vista el acelerador, porque se me había dormido el pie y no le sentía. En fin, que ya estoy on the road, así que mucho cuidadito si veis pasar a una mujer estresada, agarrada al volante con los dedos como garras, con la cabeza bien cerca del parabrisas, con poco pecho (pero muy mona, eso sí) y la L nuevita. Esa soy yo y soy peligrosa.

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