martes, 25 de septiembre de 2007

LA IGUANA BORRACHA, EL CERDO VIETNAMITA (CON PERDÓN) Y LOS BULLNAUTZER TUNEADOS DE BRUNETE.

Que en mi barrio hay muchos animales es un hecho. Que cuando más se ven son los viernes por la tarde en la plazoleta de nuestro bar de cabecera, pues también. Ahora, que la fauna que se nos juntó hace un par de viernes, aquí, en la misma plaza a la puerta del mismo bar, es como mínimo para dejarlo escrito.

La cosa comenzó con el fin del cole semanal de nuestros niños, y la ninguna gana que todos compartían de meterse a casa. Así acabamos llegando todas, una a una, a nuestra mesita de cabecera de marca Mahou a hacer nuestra tertulia, dejando a los retoños dos metros sobre tierra más allá asilvestrándose. La primera en llegar fui yo porque los viernes el padre de mi niña es muy puntual en la reposición de mi retoño, luego la Cruela que venía del Carrefú y al final la Esteban, con su Pastor Alemán, bonito que te cagas, pero monórquido del todo como bien sabéis todos.

A los dos segundos, a mi niña ya no se la veía por ningún lado. Yo me medio incorporaba en mi silla fijando la vista en el horizonte para otearla mejor y resulta que en el horizonte no estaba. Ya empezaba yo a tener sudores. Cuando bajé la vista encontré alivio, porque a mi lado mismo, en una mesa vecina de idéntica factura Mahou a la nuestra, se encontraba mi retoño, dando conversación a unos bebensales que hasta ese momento habían departido animadamente de sus asuntos propios acompañados de un conejito de angora de los de tienda de animales del Carrefú, y que reposaba en el suelo a los pies de uno de ellos. Mi niña agachadita a altura jaula del bicho, arrastrando su carísimo pichi de uniforme del colegio poniéndolo perdidito, inquiría todo lo que ni el bueno de Felix Rodríguez de la Fuente llegó a saber nunca sobre estos animalitos. Yo en calma conmigo misma, viendo que estaba tranquilita, sin correr ningún riesgo ni molestar a nadie, me enzarcé en la conversación mía propia. Y comencé por lo más animado: preguntando a la Esteban por las evoluciones de su zorra propia.

(Yo): - “Esteban, ¿qué tal anda la zorra de tu suegra? ¿Ya es sociable? ¿O has decidido devolverla para hacer un bolso?”
(La Esteban): - “Que vá tía, está hecha una cabrona, ha vuelto a morderme”.
(Yo): - “Bueno, pues déjala unos días con el Rusti y verás que pronto la hace entrar en razón”.

(Inciso imprescindible):

Cuando el primer Tai, de Taiguer, el nombre del perro monórquido de la Esteban, heredado a su vez (el mismo nombre) de otro perro no monórquido también Tai, se largó para no volver, espeluznado por los aspavientos de bronca del Melendi2; el Melendi2, recién llegado a la vida de la Esteban no supo donde meterse, y para abrirse nuevamente un huequito en el corazón y casa y cama de la Esteban, se gastó un pastizal en un Schnauzer Mediano, precioso pero rematadamente tonto (yo no sé de donde saca los perros el Melendi2) que resultó insoportable de todo punto, y que al final la Esteban y el Melendi2 mismo, acabaron por aparcar en la finca de Brunete donde viven esos santos del santoral que son los padres o suegrísimos del uno o de la otra. Porque además de insoportable, el animalito no vino a colmar los deseos insatisfechos de la Esteban, a la que, como sabemos cualquiera que la conocemos un poquito, no le gustan los perros si no los pastores alemanes, que entre otras cosas, van y son perros. En cuanto el Schanuzer Mediano, de nombre Rusti, llegó a la finca, se agarró una especie de tiña, que le hizo perder casi todo el pelo y andar legañoso hasta no ver nada e irse pegando morrazos contra todos los muretes, así que lejos de mejorar en la vida sana del campo, el bicho cada día anda más atontado y echadito a perder.

(Continúo tras el inciso):

(La Esteban): - “¡El Rusti! ¡A ese ni me lo menciones!”

Y aquí comienza la aventura de los Bullnauzers tuneados de Brunete. Yo no sé si vosotros lo sabéis, pero todo lo que llega a Brunete altura casa parental del Melendi2, se tunea y acaba con forma como mínimo muy, muy diferente. Así el carísimo Schnauzer de nombre Rusti acabó reconvertido en un chucho bastante asqueroso e irreconocible. La que hasta el momento se había mantenido al margen era la carisísima Bull Dog del cuñadísimo de la Esteban, ese niño de los ojos de la susodicha, con aficiones alternativas, que jamás llegó a regalarle la Luisi que tenía para ella, porque el Melendi2, que no se va a ganar el cielo de la Esteban propia, me la vendió a mi. Bueno, pues esta perrita sobrevivía con su especial planta de Bull Dog de raza ajena al tuneado (y milagro me parece) gracias a la atenta supervisión del cuñado. Pero en un momento de despiste en el que no se sabe por donde andaba evaporado el dueño, dispersa la perra en celo y atento el siempre tonto del Rusti; fue este pieza de perro y ¡zas! se la cepilló. Con la malísima fortuna para la familia, de que la espléndida perrita intacta quedó preñada. A partir de ahí la imaginación de los concurrentes se nos disparó intentando imaginar como podrían nacer unos bichos mezcla entre un Bull Dog y un Schnauzer Mediano enfermo de tiña y rematadamente lelo. En adelante esta nueva raza se llamará Bullnauzer. Al cuñado afectadísimo le faltó tiempo para gritar un “¡Si hombre, voy a cargar yo con los engendros!” y visto y no visto llevó a la perrita de sus amores al veterinario para que la practicaran un abortillo terapéutico. El tratamiento consistió en una inyección, y hala, la chucha para casa. A fecha de ese viernes, cuatro días después de la cita médica, aun no había echado para fuera de sí a la pintoresca descendencia frustrada. Con lo que además de la mezcla de genes, se sumaba un aborto no cuajao, lo que convertía a esta camada, además de en digna del Rusti, en espeluznante. Cuando la Esteban empezaba a comentar lo difícil que era saber si el aborto efectivo había tenido lugar o no porque las madres se comen las expulsiones… la Cruela y yo andábamos en vías de retener las náuseas y no echar para fuera los propios higadillos nuestros como la mismita perra del cuña’o.

En estas, afortunadamente, llegó nuestro sexsymbol del barrio: el tatuador oficial y pintor del arte de las paredes de mi casa de nombre Curro. Apareció con paso seguro adentrándose en la fauna del barrio, con un transportín en la mano derecha y un cigarro en la izquierda y dentro del transportín, cual mismísimo George Clooney, descansaba un pequeño cerdito vietnamita. El animalito, fingía dormir, y mi niña según lo vió casi entro en trance y éxtasis todo a la vez, que no se podía creer su suerte, todo junto en el mismo día y en la misma plaza: el Tai (que no la emociona porque hasta ella sabe que es tirando a tonto), un conejito de angora y ¡el cerdito Babe!. Que se llamara Babe, yo no lo discuto, pero que no era valiente, ya os lo digo yo. Porque con todo el aplomo que le sobra, Curro se dispuso a sacar al animalito del transportín para que apreciáramos todos su planta (y cuando digo su, aun no sé a quien me refiero). El gorrino, incomodado en su reposo, comenzó a chillar como si fuera el mismísimo día de San Martín. Con cara de aspaviento y poquísima presencia ánimo, Curro le redujo y metió de nuevo en la jaula para no volver a hacer ademán casi ni de mirarle.

A todo esto la Esteban empezó a hablar de lo alimenticio que resultaba el zoo de este viernes: un conejo para un arroz, un cochinillo para el horno, y de chupitos: su difunta iguana. Yo puse cara de póker, que de verdad, a veces no me entero de nada, y la Cruela me ilustró explicando que la Esteban, encariñada con el reptil, dolida por el drama de tener que desprenderse de ella, había decidido conservarla a su vera metidita en alcohol. Concretamente en orujo blanco gallego. Yo, que no me sorprendo ya casi por nada, le pregunté si había tenido la precaución de eviscerarla, porque si no el bicho y el orujo se echarían a perder, y ella con cara de “tú con quien te crees que hablas” me dijo:

(La Esteban): - “Pues claro, la destripó el indio” – (su suegro).

Y en ese momento yo deseé fervientemente que la perrita Bull Dog abortara pronto de suyo propio y sin la ayuda del cabeza de familia.

En fin, que todavía me quedé un ratillo más, lo justo como para oir a Cruela saludar a Luisito un dulce y tierno niño de nuestro barrio al que no veíamos desde antes de las vacaciones, de la manera que sigue:

(La Cruela): - “Luisito, ¡si no estás muerto!”

Y ver al niño palidecer, seguramente recordando a su propia hermanita, igual de dulce, y ella sí fallecida años antes.

Después de aquello, supe que no me había perdido nada, y subí a casa con mi niña a cenar.

9 comentarios:

Cruela DeVal dijo...

Hilarántemente contado... y testifico que del todo cierto...
Eso del niño muerte vale lo dije pero juro por dios que se me olvidó el detalle del hermanito muerto... no Cruela es tan cruel..

IRMA dijo...

No, lo sé, ni tampoco lo es tu C el día que preguntó a un niño recién emigrado de su país del cono sur e inmigrado en esta Spaña, si echaba mucho de menos a su mamá, y el niño respondió, que sí, pero que como estaba muerta...

Que macabra suerte ambos (los niños) y que tacto en tu familia.

Besitos.

Anónimo dijo...

Irma, es que os imagino a las tres all� sentadas y vamos, no imaginas lo que me gustar�a veros por un agujerillo!! Anda que a la Esteban, ya le vale, haber metido a la iguana en alcohol... si ya (a mi modo de ver, claro) es asqueroso tener a una iguana, verle la cara a trav�s del cristal de una botella llena de orujo debe ser espantoso.

Y es verdad lo que dices, que los ni�os ven a un animalillo y, autom�ticamente, entran en trance, ser� porque los ven peque�itos y les parecer�n que son como peluches, digo yo.

Anda, Cruela, que menudo tacto!!! jajaja.

Por cierto, Irma. Ayer le� en tu anterior post, que te lavas la cabeza todos los d�as. Y pregunto yo: en invierno tambi�n a diario? y te la secas con secador? te la lavas a diario porque tienes el pelo graso? Y qu� champ� usas, jam�a, siempre el mismo o cambias de vez en cuando?? Te explico el porqu� de mis preguntas: yo tengo el pelo liso hasta dejarlo de sobra y, para m�s inri, graso. Me lo lavo un d�a s� y otro no, aunque ha habido veces que he procurado aguantar sin lav�rmelo dos d�as, porque cuanto m�s me lo lavo, m�s graso lo tengo y llega un momento que es lav�rmelo y al d�a siguiente me levanto con el pelo asqueroso. Me dijo la peluquera que aguantase todo lo que pudiese, pero me da un asco tremendo, porque el pelo as� da un aspecto que pa qu�. Y respecto a los champ�s, pues tengo una colecci�n tremenda, porque al principio de usarlos me van medianamente aceptable, pero llega un momento en que tengo que cambiarlos porque parece que no me aguanta nada el pelo limpio.

Menudo rollo te he soltado, eh?? Bueno, coraz�n, besitos y hasta pronto!!

BACCI dijo...

Por dios q grima!!!! no imaginaba eso de la esteban!!!!!!

Joe cru, entras en el record de meteduras de pata q hasta ahora encabezaba un amigo mío ja,ja

IRMA dijo...

Hola Estrella cariño, si mi niña ya tiene pasión por sus animalitos imaginarios, no quiero decirte por los de carne y huesos.

Con respecto a lo del pelo, es que a mi me gusta tenerlo brillantito y así solo me dura un día y con dificultad, así que lo lavo todos los días con el champú Johnsons Camomilla de mi niña, me doy una generosa mano de acondicionador Revlon pelo brillante, el que más cantidad tiene a menos precio (bote de litro) y no lo seco con secador, lo desenredo y ¡hala! a la calle en verano (estupendo) y en invierno (que voy toda la mañana con las ideas heladas). El secador vengo ausarlo una vez al año y suele ser sólo para peinarme.

Besitos corazón.

Bacci, reina, tú no conoces a la Esteban. Ella da para mucho, y el don de la oportunidad y la diplomacia de la Cruela y su C es absolutamente minimalista... si yo os contara...

Besitos también.

Anónimo dijo...

Ufffffff, Irma, corazón, si yo ya lo tengo graso de por sí, si me pusiera acondicionador... no me lo quiero imaginar. Gracias por tu información, guapetona!!

Un besote!!

BACCI dijo...

Las ultimas meteduras de pata de mi amigo F (pa q veas como iba el ranking)

.- Haciendo de padrino en una boda, conducía el coche de la novia (no la conocía mucho) y, no se le ocurre más q preguntarle que de cuanto estaba embarazada, la chica le dice q no está embarazada ante la mirada del padre y él, para arreglarlo dice "lo siento, lo he pensado por la barriga"

.- En una cena gritó "tío ayer te vi dándote el lote con la rubia" , no contó con q la novia (morena) de ese chico estaba a su lado. Evidentemente cortaron esa noche

Ellyllon dijo...

Jodó...vaya fauna en el barrio la Cru y la Irma!!! jajajaajajaja

La verdad que he sido capaz de ver la escena!! ajajajaajj

La verdad es que sé que la Cruela no es tan cruel, lo único que le pasa es que piensa en voz alta, y la mayoría de veces piensa después de hablar!! jajajaja
Es así de espontánea, por eso es fácil que meta la pata.

Al que se piensa mucho las cosas antes de hablar, pocas veces le ocurrirán cosas así, por no decir nunca.

Un besazo Irma!! Me alegro de que estés mejor guapa!!
Elly

Anónimo dijo...

Chica, los suegros de la Esteban me recuerdan a mi padre, que en la parcela tienen de todo.