Continúa el P.D. de ayer (soy como Almodóvar): Mar cariño, besitos para tí también y para tu Shadow, pensaba que no me leías.
Mi amiga la Esteban está enfadada conmigo y ha dejado de hablarme. Como ya os conté en el post "CUANTO DAÑO HACEN LOS POSTIZOS..." me quedé con el coche de su más que amigo, en adelante y para abreviar Melendi 2 (Melendi 1 es mi cuñado, y los dos son como Pin y Pon, solo les distingues por las coletas, pero ¿a que nadie sabe quien es Pin y quien es Pon?. Pues eso). Pero lo que no dije es que este coche tenía que ser para ella, porque se ha matriculado hace cuatro días en la autoescuela (para ser más exacta desde el día anterior a quedarme yo con el coche).
El coche en cuestión ni siquiera era del Melendi 2, era del hermano pequeño y único del Melendi 2, pero ya no lo usaba y se había convertido en el utilitario de la Esteban y su Melendi, a la espera de que ellos compraran otro coche. Siglos antes, el cuñado se lo había prometido a mi amiga la Esteban, porque, lo que son las madres vocacionales, como el chico es un poco calavera y jovencete, la Esteban le tiene adoptado (¡criatura!) y es un cariño materno filial mutuo, así que estaba más que encantada de quedarse con mi alhaja también conocida como Luisi. Además, estoy segura de ella misma ayudó a elegir parte del tuneado, porque ahora que lo pienso es muy de su estilo.
Como la Esteban se nos ha matriculado por tercera vez en diez años en la autoescuela, nadie nos la hemos tomado muy en serio (error tremendo, porque yo misma me he sacado el carnet en mi segunda (¿o también tercera?) matrícula en nueve años, así que va a batir mi record por nada). Y el excepticismo empezaba por su Melendi 2 y su adorado cuñado, y eso pica. Como diría ella y esto sí que es citar a los grandes "le toca la patata".
Pero que el Melendi 2, le haya dicho "churri, que con este no nos apañamos, que necesitamos otro, que somos cuatro y el perro" (Pastor Alemán, nada de chucho talla XS), ella lo acepta. Que el cuñado haya seguido las recomendaciones de su hermano mayor, ella lo acepta también. Pero que yo, la Irma, le haya salido rana y de esa manera sibilina le haya ganado la mano en el último momento y justo recién matriculada, yo que sabía la ilusión que la hacía, eso si que no lo puede perdonar. Así que acercándonos al fin de semana ha empezado a lanzar mensajes por la plazoleta del barrio (que viene a ser el hall de nuestro bar de cabecera), y ¿a quién mejor que a la tercera en discordia: mi compañera, y no sé por qué sin embargo amiga Cruela?. Un mensaje herido transmitido por Cruela puede ser como una profecía divina, pero de las de 666. Hoy viernes me ha tocado desayunarme con un: "que dice la Esteban que este fin de semana se quedan en casa porque como no tienen coche...que dice la Esteban que Lulú (su hija pequeña) está llorando porque no va a poder ir el fin de semana a ver a su padre a la feria de Pinto donde le toca trabajar, porque como no tienen coche... que dice la Esteban que no aguanta al perro porque no puede sacarle de casa con lo que está lloviendo, y que tampoco puede llevarlo a casa de sus suegros en Ambiciones, porque como no tienen coche..." (Lo de la lluvia lo entiendo, porque vale que al campo le hace muchísima falta, pero es que a mi misma está empezando a salirme líquen). Y este desayuno se me ha juntado con el almuerzo. La Cruela ha disfrutado como hacía tiempo.
Los mensajes "así-como-quien-no-quiere-la-cosa" se veían venir, porque al día siguiente de quedarme con el coche, el Melendi 2 vino a la oficina a buscar por internet precios de coches de alquiler de Pepe Car, con Lulú en brazos, y vosotros no conocéis a este bebé, pero es de anuncio, tan, tan bonita, y con una vocecilla... que una no puede por menos que sentir que le está quitando el chupete y tirándolo por el balcón de un sexto piso. De hecho entre los accesorios que trae mi Luisi, está su silla adaptada para bebé, restos de gusanitos rancios (que ya he pillado a mi hija reciclando ¿debería acercarme a mi gasolinera "Porque Yo Siempre Vuelvo" y probar el aspirador?) y un bodi también suyo que en un siglo pusieron a secar en la bandeja trasera y desde ahí sigue contemplando el tráfico de Madrid. Es imposible coger el coche y no sentir que eres mala con Lulú. Esa niña va a ser un peligro, tiene un poder temible, de hecho es la única que consigue hacer lo que quiere con la fiera Cruela, que en sus manos llega a convertirse en la abuelita de Piolín (he descubierto que en cualquier caso, yo sigo siendo Silvestre).
La menda, que para algunas cosas, intuición tiene, pensó que lo mejor era ser discreta y no molestar, no hurgar en la herida, así que he procurado aparcar el coche en sitios poco frecuentados en vez de en mi calle enfrente del bar de cabecera. Y estar calladita. Pero esta mañana de viernes he empezado con mal pié. ¿Alguien se ha dado cuenta de lo difícil que es tener control sobre el horario?. Cuando no tenía coche e iba al colegio en autobús, llegaba siempre casi tarde, rallando el “hoy no entráis”. Eso cambió con el coche, y empezamos a llegar puntuales como lo hacen las niñas (y niños) que tienen madres (y padres) (¿a qué parezco nacionalista?) con todo atado y bien atado (así compenso), y no a medio coger con alfileres, como viene a ser mi caso. Pero nos duró dos días, nuevamente hemos empezado a llegar al colegio justo cuando van a echar la llave, ¡y seguimos levantándonos a la misma hora!. No sé, misterios.
El caso es que hoy, sin venir a cuento, hemos llegado al cole en hora y como unas señoras. Lo de llegar en hora lo noto yo por dos razones: porque me encuentro con una pareja de padres espectaculares que han conseguido encontrar tiempo para llevar los dos juntos a su niña al cole todas las mañanas, a los que además conozco porque son compañeros de profesión y amigos del "intimo", así que a estos sí los ubico, y debe ser de los pocos saludos que yo gasto antes de entrar en el colegio. Y porque la ristra de coches aparcados llega hasta la curva donde me toca a mi dejar el mío y poner las luces de emergencia. Este si que es un pacto no hablado que todos respetamos: el último de la fila es el que las pone y así los demás se ahorran el gasto de batería. Después de la curva ya no se puede dejar ningún coche sin impedir el paso a los demás. Total, que hoy he podido decir hola a la pareja de padres ejemplares y dejar el coche en la mismita curva. Los otros coches que no tienen niños que vayan a este colegio han empezado a pitarme antes mismo de que saliéramos de la Luisi al mundo, ¡cómo habremos llegado de puntuales!.
A mi niña le toca pasar este finde con su padre, así que hoy la despedida ha sido un poco más sensible y larga, más besitos, más te quieros, más pásalos bien... y cuando he salido del patio del cole, con mi cigarro en boca, mi coche estaba solito, solito aislado en medio de la curva. Eso sí con las emergencias guiñando ojos como debe ser. He dado al botoncillo de abrir el coche y no ha funcionado, así que he intentado entrar usando la llave, pero resulta que ya estaba abierto porque se me había olvidado cerrarlo (este olvido también es culpa del estrés, que es como el bálsamo de Fierabrás, sirve para todo). Coche que pasa coche que pita, pero mira, en eso si que no me estreso, yo tranquila: cinturón, cigarrito al cenicero, chicle, traguito Coca-Cola, radio, (señores de Tráfico, se han percatado, lo primero el cinturón), y hala, llave al contacto y todo lo demás.
Pero que no arranca, y que no arranca, y que no arranca. Cielos. Teléfono de emergencia: llamo al Melendi 2, porque para esto una es práctica y no tiene ni dignidad ni nada. Transcribo:
(Yo): -"Melendi 2, que el coche no arranca" - y doy a la llave de contacto quince veces más para que lo oiga.
(Melendi 2): -"###@@@@@~~~@###" - (por sí lo leen niños) - "ahora mismo bajo".
(Yo): - "Melendi 2, que no, que no estoy en el barrio, que estoy en el cole"
(Melendi 2): -“###@@@@@~~~@###, ahora voy, te devuelvo las pelas y me quedo con el coche”
(Yo): -"que no, que no, que ya llamo al seguro" (como lo contraté ayer y todavía no me lo han cobrado...)
(Melendi 2): -"###@@@@@~~~@###, que como vas a llamar al seguro, organización, quita todas las luces, emergencias, todo"
(Yo): -"que las emergencias no las puedo quitar"
(Melendi 2): - "Pedazo de burra, ¿has quitado el antirrobo?"
(Yo): -"¡Uy no! espera"
(La Luisi): -"Chas-chas, clic, Broooooum"
(Yo): - "Oye que gracias, que lo siento"
(Melendi 2): - "###@@@@@~~~@###"
Luego he sabido que el dormía plácidamente cuando yo he llamado .
Explico que mi coche tiene alarma pero solo luminosa, porque no suena, se quedó muda me imagino que al conectar por ejemplo los leds azules que ratean al ritmo de la música y que se encienden al abrir el maletero (es uno de mis últimos descubrimientos). O sea, cuando se activa el antirrobo, y esto ocurre, ahora lo sé, al meter la llave en la cerradura de la puerta, se encienden todas las intermitencias y se bloquea absolutamente el coche. La única manera de entrar al coche eludiendo la alarma y desactivarla si por error la has conectado es el mando de las narices (¡por dios que no lo pierda nunca, que yo soy muy dada y este año ya llevo tres tarjetas del banco!). Pero claro, lo dicho: eso lo sé ahora. He aquí la razón por la que hoy me he aguantado desde el desayuno hasta la comida, con el monotema de "La Esteban dice".
Esta tarde después de trabajar, estaba en la terraza de mi casa (también conocida como trastero de emergencia) cogiendo la comida para mi gato (ya he dicho que soy divorciada ¿verdad?) cuando he visto que La Esteban se dirigía a nuestro bar de cabecera (vivo a tiro de piedra de toda mi vida). Desde mi cuarto sin ascensor, fina como es una, le he dado una voz: "¡ESTEEBAAAAAN! (eban, eban, eban...)". Desde el llano me ha respondido "¿QUÉ HACEEEES? (aces, aces, aces...)". Yo: "AQUI, LIMPIAAAANDO (ando, ando, ando...), OYE, QUE SI QUIERES MAÑANA TE ACERCO A LA FERIA DE PINTOOOO (into, into, into...)". Ella "VALE, LO JODIDO VA A SER EL PERROOOO (erro, erro, erro...)". Yo: "NADAAA, NO TE PREOCUPES, YA NOS APAÑAREEEEEMOOOOS (emos, emos, emos...)". Así que mañana ya tengo plan. Que una es buena gente, y los Esteban - Melendi 2, más.
P.D.otra vez (van a empezar a ser más largos los P.D. que los post): Para los sarpullidos, lo mejor de todo Aloe Vera, pero vamos, cortas un trozo de planta y directamente a la cara. Es un poco asqueroso porque aunque los aficionados a la naturaleza dicen que es una gelatina, la verdad es que es como moco, pero hacedme caso, mano de santo.
Mi amiga la Esteban está enfadada conmigo y ha dejado de hablarme. Como ya os conté en el post "CUANTO DAÑO HACEN LOS POSTIZOS..." me quedé con el coche de su más que amigo, en adelante y para abreviar Melendi 2 (Melendi 1 es mi cuñado, y los dos son como Pin y Pon, solo les distingues por las coletas, pero ¿a que nadie sabe quien es Pin y quien es Pon?. Pues eso). Pero lo que no dije es que este coche tenía que ser para ella, porque se ha matriculado hace cuatro días en la autoescuela (para ser más exacta desde el día anterior a quedarme yo con el coche).
El coche en cuestión ni siquiera era del Melendi 2, era del hermano pequeño y único del Melendi 2, pero ya no lo usaba y se había convertido en el utilitario de la Esteban y su Melendi, a la espera de que ellos compraran otro coche. Siglos antes, el cuñado se lo había prometido a mi amiga la Esteban, porque, lo que son las madres vocacionales, como el chico es un poco calavera y jovencete, la Esteban le tiene adoptado (¡criatura!) y es un cariño materno filial mutuo, así que estaba más que encantada de quedarse con mi alhaja también conocida como Luisi. Además, estoy segura de ella misma ayudó a elegir parte del tuneado, porque ahora que lo pienso es muy de su estilo.
Como la Esteban se nos ha matriculado por tercera vez en diez años en la autoescuela, nadie nos la hemos tomado muy en serio (error tremendo, porque yo misma me he sacado el carnet en mi segunda (¿o también tercera?) matrícula en nueve años, así que va a batir mi record por nada). Y el excepticismo empezaba por su Melendi 2 y su adorado cuñado, y eso pica. Como diría ella y esto sí que es citar a los grandes "le toca la patata".
Pero que el Melendi 2, le haya dicho "churri, que con este no nos apañamos, que necesitamos otro, que somos cuatro y el perro" (Pastor Alemán, nada de chucho talla XS), ella lo acepta. Que el cuñado haya seguido las recomendaciones de su hermano mayor, ella lo acepta también. Pero que yo, la Irma, le haya salido rana y de esa manera sibilina le haya ganado la mano en el último momento y justo recién matriculada, yo que sabía la ilusión que la hacía, eso si que no lo puede perdonar. Así que acercándonos al fin de semana ha empezado a lanzar mensajes por la plazoleta del barrio (que viene a ser el hall de nuestro bar de cabecera), y ¿a quién mejor que a la tercera en discordia: mi compañera, y no sé por qué sin embargo amiga Cruela?. Un mensaje herido transmitido por Cruela puede ser como una profecía divina, pero de las de 666. Hoy viernes me ha tocado desayunarme con un: "que dice la Esteban que este fin de semana se quedan en casa porque como no tienen coche...que dice la Esteban que Lulú (su hija pequeña) está llorando porque no va a poder ir el fin de semana a ver a su padre a la feria de Pinto donde le toca trabajar, porque como no tienen coche... que dice la Esteban que no aguanta al perro porque no puede sacarle de casa con lo que está lloviendo, y que tampoco puede llevarlo a casa de sus suegros en Ambiciones, porque como no tienen coche..." (Lo de la lluvia lo entiendo, porque vale que al campo le hace muchísima falta, pero es que a mi misma está empezando a salirme líquen). Y este desayuno se me ha juntado con el almuerzo. La Cruela ha disfrutado como hacía tiempo.
Los mensajes "así-como-quien-no-quiere-la-cosa" se veían venir, porque al día siguiente de quedarme con el coche, el Melendi 2 vino a la oficina a buscar por internet precios de coches de alquiler de Pepe Car, con Lulú en brazos, y vosotros no conocéis a este bebé, pero es de anuncio, tan, tan bonita, y con una vocecilla... que una no puede por menos que sentir que le está quitando el chupete y tirándolo por el balcón de un sexto piso. De hecho entre los accesorios que trae mi Luisi, está su silla adaptada para bebé, restos de gusanitos rancios (que ya he pillado a mi hija reciclando ¿debería acercarme a mi gasolinera "Porque Yo Siempre Vuelvo" y probar el aspirador?) y un bodi también suyo que en un siglo pusieron a secar en la bandeja trasera y desde ahí sigue contemplando el tráfico de Madrid. Es imposible coger el coche y no sentir que eres mala con Lulú. Esa niña va a ser un peligro, tiene un poder temible, de hecho es la única que consigue hacer lo que quiere con la fiera Cruela, que en sus manos llega a convertirse en la abuelita de Piolín (he descubierto que en cualquier caso, yo sigo siendo Silvestre).
La menda, que para algunas cosas, intuición tiene, pensó que lo mejor era ser discreta y no molestar, no hurgar en la herida, así que he procurado aparcar el coche en sitios poco frecuentados en vez de en mi calle enfrente del bar de cabecera. Y estar calladita. Pero esta mañana de viernes he empezado con mal pié. ¿Alguien se ha dado cuenta de lo difícil que es tener control sobre el horario?. Cuando no tenía coche e iba al colegio en autobús, llegaba siempre casi tarde, rallando el “hoy no entráis”. Eso cambió con el coche, y empezamos a llegar puntuales como lo hacen las niñas (y niños) que tienen madres (y padres) (¿a qué parezco nacionalista?) con todo atado y bien atado (así compenso), y no a medio coger con alfileres, como viene a ser mi caso. Pero nos duró dos días, nuevamente hemos empezado a llegar al colegio justo cuando van a echar la llave, ¡y seguimos levantándonos a la misma hora!. No sé, misterios.
El caso es que hoy, sin venir a cuento, hemos llegado al cole en hora y como unas señoras. Lo de llegar en hora lo noto yo por dos razones: porque me encuentro con una pareja de padres espectaculares que han conseguido encontrar tiempo para llevar los dos juntos a su niña al cole todas las mañanas, a los que además conozco porque son compañeros de profesión y amigos del "intimo", así que a estos sí los ubico, y debe ser de los pocos saludos que yo gasto antes de entrar en el colegio. Y porque la ristra de coches aparcados llega hasta la curva donde me toca a mi dejar el mío y poner las luces de emergencia. Este si que es un pacto no hablado que todos respetamos: el último de la fila es el que las pone y así los demás se ahorran el gasto de batería. Después de la curva ya no se puede dejar ningún coche sin impedir el paso a los demás. Total, que hoy he podido decir hola a la pareja de padres ejemplares y dejar el coche en la mismita curva. Los otros coches que no tienen niños que vayan a este colegio han empezado a pitarme antes mismo de que saliéramos de la Luisi al mundo, ¡cómo habremos llegado de puntuales!.
A mi niña le toca pasar este finde con su padre, así que hoy la despedida ha sido un poco más sensible y larga, más besitos, más te quieros, más pásalos bien... y cuando he salido del patio del cole, con mi cigarro en boca, mi coche estaba solito, solito aislado en medio de la curva. Eso sí con las emergencias guiñando ojos como debe ser. He dado al botoncillo de abrir el coche y no ha funcionado, así que he intentado entrar usando la llave, pero resulta que ya estaba abierto porque se me había olvidado cerrarlo (este olvido también es culpa del estrés, que es como el bálsamo de Fierabrás, sirve para todo). Coche que pasa coche que pita, pero mira, en eso si que no me estreso, yo tranquila: cinturón, cigarrito al cenicero, chicle, traguito Coca-Cola, radio, (señores de Tráfico, se han percatado, lo primero el cinturón), y hala, llave al contacto y todo lo demás.
Pero que no arranca, y que no arranca, y que no arranca. Cielos. Teléfono de emergencia: llamo al Melendi 2, porque para esto una es práctica y no tiene ni dignidad ni nada. Transcribo:
(Yo): -"Melendi 2, que el coche no arranca" - y doy a la llave de contacto quince veces más para que lo oiga.
(Melendi 2): -"###@@@@@~~~@###" - (por sí lo leen niños) - "ahora mismo bajo".
(Yo): - "Melendi 2, que no, que no estoy en el barrio, que estoy en el cole"
(Melendi 2): -“###@@@@@~~~@###, ahora voy, te devuelvo las pelas y me quedo con el coche”
(Yo): -"que no, que no, que ya llamo al seguro" (como lo contraté ayer y todavía no me lo han cobrado...)
(Melendi 2): -"###@@@@@~~~@###, que como vas a llamar al seguro, organización, quita todas las luces, emergencias, todo"
(Yo): -"que las emergencias no las puedo quitar"
(Melendi 2): - "Pedazo de burra, ¿has quitado el antirrobo?"
(Yo): -"¡Uy no! espera"
(La Luisi): -"Chas-chas, clic, Broooooum"
(Yo): - "Oye que gracias, que lo siento"
(Melendi 2): - "###@@@@@~~~@###"
Luego he sabido que el dormía plácidamente cuando yo he llamado .
Explico que mi coche tiene alarma pero solo luminosa, porque no suena, se quedó muda me imagino que al conectar por ejemplo los leds azules que ratean al ritmo de la música y que se encienden al abrir el maletero (es uno de mis últimos descubrimientos). O sea, cuando se activa el antirrobo, y esto ocurre, ahora lo sé, al meter la llave en la cerradura de la puerta, se encienden todas las intermitencias y se bloquea absolutamente el coche. La única manera de entrar al coche eludiendo la alarma y desactivarla si por error la has conectado es el mando de las narices (¡por dios que no lo pierda nunca, que yo soy muy dada y este año ya llevo tres tarjetas del banco!). Pero claro, lo dicho: eso lo sé ahora. He aquí la razón por la que hoy me he aguantado desde el desayuno hasta la comida, con el monotema de "La Esteban dice".
Esta tarde después de trabajar, estaba en la terraza de mi casa (también conocida como trastero de emergencia) cogiendo la comida para mi gato (ya he dicho que soy divorciada ¿verdad?) cuando he visto que La Esteban se dirigía a nuestro bar de cabecera (vivo a tiro de piedra de toda mi vida). Desde mi cuarto sin ascensor, fina como es una, le he dado una voz: "¡ESTEEBAAAAAN! (eban, eban, eban...)". Desde el llano me ha respondido "¿QUÉ HACEEEES? (aces, aces, aces...)". Yo: "AQUI, LIMPIAAAANDO (ando, ando, ando...), OYE, QUE SI QUIERES MAÑANA TE ACERCO A LA FERIA DE PINTOOOO (into, into, into...)". Ella "VALE, LO JODIDO VA A SER EL PERROOOO (erro, erro, erro...)". Yo: "NADAAA, NO TE PREOCUPES, YA NOS APAÑAREEEEEMOOOOS (emos, emos, emos...)". Así que mañana ya tengo plan. Que una es buena gente, y los Esteban - Melendi 2, más.
P.D.otra vez (van a empezar a ser más largos los P.D. que los post): Para los sarpullidos, lo mejor de todo Aloe Vera, pero vamos, cortas un trozo de planta y directamente a la cara. Es un poco asqueroso porque aunque los aficionados a la naturaleza dicen que es una gelatina, la verdad es que es como moco, pero hacedme caso, mano de santo.
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